Wednesday, December 18, 2013

Entrevista cruzada entre los autores de Potlatch



Danide a Marcos Prior

¿Qué es Potlatch, a parte del título de nuestro último cómic?
Es una palabra que hay que masticar y deglutir. Es una palabra que da nombre a una ceremonia de los indios norte-americanos de intercambio de bienes que puede conducir a la autodesposesión. Es una palabra que alude a la relación objetos-memoria.

Quien “hace un potlatch” regala sus posesiones a cambio de prestigio social. Perverso, ¿no?
En este caso te refieres a una modalidad extrema de potlatch en la que se representa una demostración de fuerza a la hora de desprenderte de tus posesiones. Te permites el lujo de perderlo todo para luego recuperarlo. Pero el potlatch más habitual era un simple intercambio de objetos como el que realizamos en la actualidad durante los aniversarios, aunque entre este tipo de don y su contradon correspondiente existe un lapso de tiempo (distancia entre los respectivos cumpleaños) que oculta la verdadera naturaleza de esta clase de acto.

¿Entonces mi abuelo tenía razón cuando decía que “nadie regala nada”?
No exactamente, aunque lo anterior nos llevaría a plantearnos la pregunta que se hacía Pierre Bourdieu: ¿Es posible un acto desinteresado? En este caso la noción de interés es utilizada como instrumento de ruptura con una visión irreal de las conductas humanas.

Parece que no estamos educados para ser altruistas. Por cierto, ¿por qué siempre cuelas a Bordieu en las conversaciones?
La cuestión no creo que radique en si estamos o no educados para ser altruistas. El altruismo tiene su horizonte de posibilidad. En cuanto a lo de Bourdieu, reconozco que soy un hooligan del autor de "La distinción". Ahora estoy probando a colar más a David Harvey en las conversaciones.

Con qué libros te estás cultivando últimamente? Se aceptan tebeos.
Estoy leyendo los Archivos de Creepy (volumen 1), el libro sobre las películas Espartaco y El buscavidas de Lluis Bonet Mojica (Libros DIRIGIDO, colección Programa doble #28), el manga Thermae Romae de Mari Yamazaki, Chavs: la demonización de la clase obrera de Owen Jones...

Tus referencias culturales abarcan desde los productos pop a los ensayos más sesudos. ¿Eres consciente de todo ese espectro a la hora de escribir un guión de cómic?
Hasta cierto punto sería deseable que un ensayo (más o menos sesudo) se convirtiese en un producto pop. Puede que inconscientemente sea consciente que culturalmente estamos en una fase Afterpop, con todo lo que ello implica. También a la hora de ponerse a realizar un guión.

¿Para quién escribes y contra quién escribes?
Mi intención es escribir para el 90% y contra el 10%.

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Marcos Prior a Danide


¿Qué diferencias encuentras entre realizar la ilustración de esta sección del Ara y dibujar un cómic como POTLATCH?
Es muy divertido esto de hacer retratos para el Cara a Cara, aunque vernos aquí dibujados va a ser muy raro. Es curioso pensar que lo que ilustro aquí tiene mucha más visibilidad que los cómics que hago. Otra diferencia es el tiempo de ejecución: un Cara a Cara es un día de trabajo, mientras que para dibujar un cómic de 100 o más páginas necesito unos cuantos meses.

¿Crees que hay que hacer distinción entre humor gráfico y cómic? Te lo pregunto porque según la definición clásica de Scott McCloud una viñeta como las que hace El Roto no se consideraría cómic al estar aislada y, por lo tanto, no producir una secuencia.
Una viñeta aislada también puede crear una secuencia. Estoy pensando en Mr. Punch, de Arnie's Love (Bang Ediciones), o en el núm. 5 de Locke & Key: Crown of Shadows, de J.Hill y G. Rodríguez (IDW Publishing). Donde creo que hay que hacer incapié es en la distinción entre cómic e ilustración. Es algo que quizás no acaban de tener claro los responsables del, por ahora ficticio, Museu del Còmic de Badalona o los encargados del Premi Nacional de Còmic de Catalunya.

Es complicada la relación cómic-ilustración. Creo que la dicotomía se produce en los propios autores ya que una gran parte de ellos compaginan su dedicación "vocacional" al cómic con la alimenticia en ilustración. Todo indica que la ilustración es más agradecida laboralmente hablando. ¿Cómo llevas estas contradicciones internas del autor de cómics?
A mí personalmente me gusta compaginar cómic e ilustración. En todo caso, la dicotomía es más autoría-encargo. Yo soy de los que necesitan hacer trabajos de encargo para ganarme la vida, aunque los hay que se dedican exclusivamente a hacer lo que les da la gana, y les va bien.

¿Al comenzar un cómic como POTLATCH, de cierta extensión, realizas previamente un diseño de los personajes o lo vas realizando sobre la marcha?
Hago un diseño de personajes, aunque no de manera exhaustiva. Me gusta que haya algo de improvisación, de "work in progress".

En Potlatch también te encargas del color, ¿cómo te planteas su aplicación en tus cómics? ¿Tiene alguna función narrativa, de diseño o es algo más rutinario?
No me gusta que el color sea muy naturalista. Soy más de la vieja escuela del s.XX, cuando se indicaba el color directamente sobre los fotolitos de impresión. Me atraen los colores vivos que pueden aparecer en cómics de Ditko, Simonson, Morris o Ibáñez y me interesa cuando se utilizan de manera conceptual. En cuanto a Potlatch, el color tiene una función claramente narrativa, más que decorativa.

Hablando de Ditko, Simonson, Morris o Ibáñez, ¿cuáles son tus influencias más evidentes?
De manera cosciente: Jan, Uderzo, Emmanuel Guibert, Schulz, Alberto Breccia, Tatsuro Kiuchi, Man Ray, Brossa, Pierre Bonnard y un largo etcétera.


*entrevista aparecida originalmente en el suplemento Play del DiariARA (13/12/13)

2 comments:

demanio said...

Me ha gustado mucho el cómic, tanto de dibujo como de guión. Los personajes detectives Faustino y Justino quedarían genial en algún spin off o algo similar porque son geniales. Un saludo.

Danide said...

Gracias Demanio.
¡Apuntado queda lo del spin-off...!